ESTADO

Ante inseguridad y violencia, obispos levantan la voz

Juan Arcos 
Xalapa, Ver.- Los Obispos de México se comprometieron a llevar Centros de Escucha y de Atención a personas adictas para ayudar a las víctimas de la violencia en el país. 
Los católicos levantaron la voz por los crímenes de Fátima, la bebé Karol, la joven Ingrid desollada por su novio y la médico Mayte, baleada cuando acudía a su centro de trabajo en un UBER. 
A su juicio, estos crímenes dejaron perplejos por su brutalidad a la sociedad, ofreciendo como obispos consuelo y fortaleza a los papás, familiares, maestros y compañeros de las mujeres víctimas de un crimen. 
“Levantamos la voz, para dar palabra al dolor y a todos los afectados por el, pues el dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe, y deseamos ubicarnos desde la fe para que ofrezcamos presencia en palabras, diálogo y encuentro para abrirnos a la compasión. El grito de dolor de las víctimas de las violencias clama al cielo por justicia. Los cristianos no podemos permanecer indiferentes. Nos urge el celo profético de Jesús de Nazaret”.
En ese sentido, consideran que no son extrañas las protestas públicas, pues tan sólo a finales del 2019 se registraron mil seis víctimas de feminicidio. 
“Nos duele profundamente la violencia contra la mujer, que se ha expresado en un nuevo y agresivo rostro visible ante nuestros ojos, en una forma tan cruel que genera desconcierto, dolor, amargura, tristeza, llanto, indignación, impotencia y muchos deseos de venganza”.
En un comunicado enfatizan que la sociedad se enfrenta a una auténtica emergencia educativa pues se han perdido los referentes básicos de la convivencia humana: la verdad, la bondad y la belleza. 
Además, mencionan que en el país se tiene una visión muy estrecha de la educación, pues suele reducirse al marco de la institución escolar, suponiendo que es “suficiente”, evadiendo la que implica la vida familiar. 
“Todos somos corresponsables para resolver la crisis de humanidad que enfrentamos: la familia, la escuela, los medios de comunicación, las iglesias -entre otros- somos actores sociales que tenemos una responsabilidad en la misión de forjar una cultura de esperanza y de paz”. 
El documento fue firmado por Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM; Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia y vicepresidente; Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey, secretario general; Guillermo Ortiz Mondragón, obispo de Cuautitlán y responsable de la Dimensión de Fe y Compromiso Social de la CEM; y Enrique Díaz Díaz, obispo de Irapuato y responsable de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM.

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